EL TOC NO ES UN ADJETIVO
Por: Cynthia Barrera, M. S.
El estigma hacia la enfermedad mental es un fenómeno complejo que se presenta en todas las sociedades. Por fortuna, hoy día se habla de las enfermedades mentales de una forma mucho más abierta y con una mayor conciencia. Lo que me lleva a preguntarme ¿por qué el TOC sigue siendo tan incomprendido? Constantemente escuchamos que utilizan el término TOC de forma incorrecta, tanto en conversaciones cotidianas, como en redes sociales y medios de comunicación.
Generalmente se refieren al TOC como un adjetivo. Lo usan para describir algún extraño rasgo de personalidad, pero no como si fuera una enfermedad mental. Tendemos a escuchar “Me gusta ordenar mi closet por colores, soy super TOC”, “A mi TOC le gusta esto (al llegar a un lugar muy organizado)” ,“Es de TOC comer primero la cremita de las oreos y después la galleta”. Trivializando el sufrimiento de las personas que lo padecen.
¿Es tan malo usar incorrectamente el término TOC? Hay varias razones por las que pudiera resultar dañino:
En primer lugar, perpetúa la desinformación y genera en muchas ocasiones una barrera para la búsqueda de ayuda. Según la Fundación Internacional de TOC, una persona con TOC tarda de 14 a 17 años en recibir un tratamiento adecuado, y puedo decirles por experiencia personal que esto es absolutamente cierto, muchos de mis pacientes vivieron con síntomas de TOC durante muchos años sin poder ponerle nombre a su experiencia.
En segundo lugar, las bromas de oficina, los memes en redes sociales crean la impresión de que el TOC es algo chistoso o cómico y esto no podría estar más lejos de la verdad. El TOC es una condición debilitante que impacta en la calidad de vida, y sin tratamiento puede generar mucho sufrimiento.
Por último, sabemos que el TOC impacta en tus relaciones sociales, familiares, en el rendimiento académico o en lo laboral. La presencia de obsesiones durante el trabajo o la escuela puede interferir en ocasiones con el desempeño, pero eso no significa que las personas con TOC no sean responsables o eficientes, significa que tal vez requieren más tiempo para completar ciertas tareas. Muchas veces durante el tratamiento tenemos que hacer ciertos ajustes para apoyar al paciente. Hablar con maestros o empleadores en relación a esos ajustes puede ser difícil, pero les aseguro es mucho más complicado cuando no conocen nada acerca del TOC.
Así que.. ¿Qué podemos hacer?
El estigma es uno de los mayores problemas que enfrentan las personas con TOC, pero a menudo, las personas no se dan cuenta de que sus palabras o acciones estigmatizan o trivializan el sufrimiento de las personas con TOC. Por lo que es de suma importancia que nos eduquemos al respecto, para que cuando escuchemos a alguien hablar del TOC como un adjetivo, de forma cortés y asertiva podamos explicarle que el TOC es un trastorno mental y no un rasgo “peculiar” de la personalidad. O cuando veamos en las redes sociales que trivializan el tema, podamos informar a la persona y hacerles notar que están trivializando un tema de salud mental muy complejo.
El objetivo es abrir la conversación para tener un mejor entendimiento acerca de qué es el TOC y que no es TOC, y que todos podamos beneficiarnos de esto. Es mucho lo que se puede hacer para ayudar a crear conciencia y sin duda empieza con nosotros. Una forma de hacerlo es asistiendo a los grupos de apoyo (creando comunidad), a los talleres o conferencias que se imparten tanto a pacientes, familiares y público en general para ir quitando todos estos mitos que lejos de ayudar sabotean la detección y tratamiento oportuno del trastorno.