CUATRO COSAS QUE ME HUBIERA GUSTADO SABER ANTES DE INICIAR LA TERAPIA DE EXPOSICIÓN Y PREVENCIÓN DE RESPUESTA (E/PR)

Por: Tania Pérez Duarte, M.S.

Recuerdo que la primera vez que observé una sesión de terapia de exposición y prevención de respuesta en un jovén de 16 años, quedé impactada con el temple, humanidad y acompañamiento del terapeuta, si bien, era un momento en donde, al menos yo, experimenté una mezcla de emociones, al finalizar la sesión supe que esto era lo que quería hacer, especializarme, preprarme y acompañar a las personas a enfrentar sus miedos, liberarse de ellos y tener la vida que quieren tener. A lo largo de estos años he tenido la oportunidad de acompañar a muchas personas a mejorar su salud mental y me gustaría compartir con ustedes algunas cosas que, a lo largo de estos años me han compartido en relación a terapia de exposición y prevención de respuesta. 

  1. Los síntomas (obsesiones, emociones incómodas y compulsiones) pueden empeorar antes de mejorar: por mucho tiempo, y sobretodo en el caso del TOC, le hemos enseñado a nuestro cerebro a reaccionar desde el sistema límbico. ¿Qué es esto? Reaccionar desde la parte más primitiva, evitar la incomodidad. Es por ello que en el momento de iniciar a entrenar a nuestro cerebro a responder con nuestra corteza prefrontal, es decir, de una forma mucho más racional a largo plazo, de inicio será de esperarse que los sintomas incrementen, ya que la exposición esta diseñada para enfocarse en las obsesiones y los detonantes de manera voluntaria, sin reaccionar de la misma forma, practicar no hacer las compulsiones (prevención de respuesta). El progreso llega cuando nos rendimos a la obsesión y nos sentamos con ella sin responder con una compulsión. Al realizar esto, es probable que las obsesiones y las emociones incómodas incrementen y nos vamos a encontrar en un punto dificil, duro, pesado, sin embargo ahí es cuando vamos a poder trabajar en nuestra salud mental y es verdad, las cosas se ponen peor antes de mejorar. Es importante que lo sepas. 

  2. Haz el trabajo. Practica, practica y practica: al realizar el trabajo y quedarse en ese momento dificil uno aprende que es completamente capaz. Admitir que cuesta trabajo es parte de la recuperación, hacerle espacio a esto es parte de la recuperación, titubear es parte de la recuperación, querer darse por vencido es parte de la recuperación; sin importar el pensamiento que aparezca, la emoción que surga, continua haciendo el trabajo. No te va a gustar hacer exposiciones, no es agradable sentirse incómodo, pero entre más lo hagas, mejor te irás funcionando y recuperandote. Siguelo haciendo y empezarás a ver la diferencia, confia en el proceso, funciona. 

  3. La E/PR no es fácil: sí, la exposición y prevención de respuesta es dificil, uno contacta con los miedos más profundos, obscuros y aterradores; escucharlos, verlos, escribirlos una y otra vez, mientras caminas, mientras vas al trabajo, mientras estás en casa, mientras haces de comer, mientras bañas a tu hijo, mientras estás sentado en la sala; basciamente es sumergirte en tu miedo, observarlo, conocerlo, curiosearlo una y otra vez, es aterrador, incómodo y cansado. Y parte de adminirlo es parte de la recuperación. La buena noticia es que hay resultados impresionantes, las compulsiones se empiezan a desvanecer, la ansiedad se transforma y la relación con los pensamientos es distinta, uno experimenta una sensación de libertad. 

  4. Mientras que la E/PR no es fácil, vivir con TOC sin tratamiento es mucho más dificil: antes de tener tratamiento el TOC es el centro de atención, es común que todo gire en relación a las compulsiones, los miedos y la ansiedad. La realidad es que uno se vuelve esclavo del TOC. Después de la EPR uno marca el comienzo de su propia recuperación. Uno se da cuenta lo que se necesita para conquistar nuestros miedos. Los pensamientos obsesivos no se van, es importante mencionarlo, pero son pensamientos que ya no mandan, que ya no aterran y que ya no dictan nuestra conducta cotidiana. Uno empieza a tomar decisiones de acuerdo a tus valores y no de acuerdo a la ansiedad que el TOC detona. 

Si apenas estás iniciando tu tratmiento de EPR O si está indeciso sobre si debeS comenzar, mi aliento es SÍ. Hazlo. Sí, las cosas pueden empeorar antes de mejorar, y la ERP es difícil, pero vivir con TOC no tratado es más difícil. Comprométete a hacer el trabajo, porque el trabajo funciona. ¡Puedes hacerlo, lo vemos diario! Te deseo infinitas cantidades de valentía, coraje y autocompasión. ¡Tu viaje apenas comienza!

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PREGUNTAS FRECUENTES, PARTE I