Preguntas frecuentes
Sobre el trastorno obsesivo compulsivo
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El TOC se caracteriza por obsesiones (pensamientos intrusivos y recurrentes) y compulsiones (acciones repetitivas para reducir la ansiedad). Si estos pensamientos y comportamientos interfieren en tu vida diaria, podrías tener TOC. Lo mejor es acudir a un especialista para una evaluación.
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El TOC rara vez desaparece sin intervención. Puede volverse más intenso con el tiempo si no se trata. La terapia basada en Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) es la más efectiva para manejarlo.
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El TOC no es una enfermedad, es un padecimiento, por lo tanto no hablamos de cura, sino de, recuperación. Esto quiere decir que con el tratamiento adecuado tanto psicológica como farmacológica (en ocasiones, necesaria), uno puede llevar una vida completamente satisfactoria.
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El TOC se alimenta del miedo y la duda. Los pensamientos intrusivos pueden ser aterradores porque van en contra de tus valores y deseos, pero no significan que sean reales o que actuarás sobre ellos.
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Los pensamientos intrusivos son automáticos, no deseados y provocan ansiedad. No reflejan tu verdadera personalidad ni tus deseos. La clave es aprender a relacionarte de una forma distinta con ellos.
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No. Aunque algunas personas con TOC tienen compulsiones relacionadas con el orden, el trastorno implica angustia extrema y pensamientos intrusivos, no solo preferencias personales.
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En ocasiones se habla de TOC puro cuando pareciera que no existen compulsiones. Sin embargo, sabemos que no hay un TOC puro como tal, ya que las compulsiones se manifiestan de manera mental o de evitación. Ahora, es importante conocer el contenido de las obsesiones, si las preocupaciones son cotidianas, como por ejemplo: que mis hijos estén bien, que tenga dinero para la renta, la gripa de mi mamá, etc.
Cuando la emoción es intensa y si estoy rumiando -pensando en eso una y otra vez-, y suelo ser catalogada como la “nerviosa, o el preocupón”, es posible que estemos hablando de ansiedad generalizada; el primer hermano del TOC.
Y el tratamiento para ambos casos “TOC puro” o ansiedad generalizada es el mismo: es con enfoque Cognitivo Conductual de Exposición y Prevención de respuesta (E/PR).
Sobre el tratamiento
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Utilizamos la Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), basada en enfrentar gradualmente los miedos sin realizar compulsiones. También combinamos estrategias de Terapias contextuales como la terapia de aceptación y compromiso (ACT) y técnicas de mindfulness específicas para TOC.
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Depende de cada persona. Algunos pacientes ven mejoras en pocas semanas, mientras que otros requieren varios meses de terapia constante.
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Es normal. La EPR implica enfrentar miedos, lo que puede aumentar la ansiedad temporalmente. Sin embargo, con el tiempo, la ansiedad disminuye y se transforma, ya que es una forma de re educar a nuestro sistema nervioso.
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No es obligatorio, pero es la herramienta más efectiva. Adaptamos el tratamiento a cada paciente para que sea un proceso manejable.
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Depende de la gravedad de los síntomas. Algunas personas mejoran con solo terapia, mientras que otras pueden beneficiarse de medicación prescrita por un neuropsiquiatra.
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Sí. Numerosos estudios han demostrado que la terapia en línea es igual de efectiva, siempre que se sigan las estrategias adecuadas. En nuestro blog, en la pestaña de “recursos” tenemos un artículo que habla al respecto.
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Se pueden complementar algunas estrategias como el mindfulness, pero deben ser supervisadas por un especialista para evitar reforzar compulsiones.
Sobre la vida diaria con TOC
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Es difícil al principio, pero la clave es ir haciendo espacio a las emociones incómodas, sin responder de la misma forma (con compulsiones). Con el tiempo, la ansiedad se reduce. En nuestra pestaña de “recursos” encontrarás algunos ejercicios de mindfulness y autocompasión, puedes utilizar la que dice “dándole espacio a la emoción”. Ojo: la intención no es reducir la ansiedad, sino anclarte para ayudarte a navegar el momento retador sin la compulsión.
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Puedes decir que es un trastorno o padecimiento que provoca pensamientos intrusivos no deseados generando mucha ansiedad y que llevas terapia para aprender a integrarlo de forma diferente.
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Sí. Con el tratamiento adecuado, muchas personas con TOC logran controlar sus síntomas y llevar una vida plena.
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Puede afectar si no se maneja adecuadamente, pero con comunicación y apoyo adecuado, las relaciones pueden mantenerse saludables.
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El primer paso es aceptarlo. La educación y la autocompasión ayudan a reducir el estigma personal.
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Sí, el estrés y el cansancio pueden intensificar los síntomas. Es importante cuidar el bienestar general.
Sobre Centro TOC México®
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Nos especializamos exclusivamente en TOC y trastornos relacionados, aplicamos tratamientos basados en evidencia científica, nos enfocados en la recuperación y el entorno de la persona (familia, escuela, trabajo).
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Sí, todos nuestros terapeutas son psicólogos clínicos, la mayoría con maestría en Terapia Cognitivo-Conductual y especializados en TOC y trastornos relacionados. A su vez pasan por un proceso riguroso de selección, capacitación, supervisión y actualización constante.
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No brindamos atención de emergencia, pero podemos orientar a nuestros pacientes sobre recursos en caso de crisis.
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Sí, ofrecemos terapia en línea para pacientes en cualquier parte del mundo.
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Sí. La privacidad y la confidencialidad de los pacientes son una prioridad. En el caso de ser menores de edad tenemos la obligación de abrir la confidencialidad con los padres. Sin embargo, sabemos que la confidencialidad, sin importar la edad, incrementa la adherencia al tratamiento, es por ello que al inicio del tratamiento se les pide , a los padres, firmar un consentimiento en donde permiten dicha confidencialidad, a menos de que la seguridad de la persona se vea amenazada.
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Sí, brindamos orientación a familias para que aprendan a apoyar sin reforzar síntomas. A su vez tenemos webinarios y grupos de apoyo.
Q&A de familiares
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Es recomendable acudir a un especialista para obtener un diagnóstico preciso.
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El TOC tiene una base neurológica y genética, aunque el estrés puede intensificarlo.
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Puede generar angustia, afectar la toma de decisiones y consumir mucho tiempo con compulsiones.
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Evita participar en rituales y fomenta que enfrente su ansiedad con apoyo terapéutico. Tenemos un blog sobre el tema en la pestaña de “recursos” y en nuestro canal de YouTube.
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Mantén la calma, lo más importante es lo que modelamos, por lo tanto el reto es auto regularnos a nosotros mismos. Recuerda que los síntomas de la ansiedad pueden verse “aparatosos” sin embargo no es peligroso, es incomodo, es temporal. Pero sobre todo aplica las aplicar estrategias de terapia.
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Lo mejor es no participar ni reforzar sus compulsiones, pero sin confrontarlo de manera brusca.
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Es importante conocer el contexto y el contenido de las preguntas de tu hija. Si tu hija está tratando de llamar tu atención, seguramente sus preguntas salen en los momentos en los que estás ocupada. Si le está costando trabajo entender, seguramente busca descifrar el rompecabezas de una forma en la que claramente refleja su falta de comprensión. Las preguntas TOC por lo general se enfocan en temas que generan ansiedad, no por curiosidad, como enfermedades, gérmenes, desastres naturales, o sobre incertidumbre en las actividades del día, como por ejemplo; los horarios, el menú o cuánto tiempo falta para determinado evento.
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Depende del contexto. Si el escupir ocurre al azar, con un poco de conciencia, no está relacionado a ningún objetivo en específico y parece automático, es posible que sea un tic. Si es como respuesta a algo que puso a la persona ansiosa y al hacerlo disminuye la ansiedad, es posible que sea un ritual TOC. Si tu hijo escupe porque está enojado y es su forma de protestar, no es ni TOC ni un tic, es su forma de expresar hostilidad y hay que manejarlo de otra forma.
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Aprender a discernir, etiquetar y diferenciar las preocupaciones normales de las excesivas es un proceso que se desarrolla con el tiempo e incluye madurez y experiencia. Es fácil para alguien con TOC volverse sumamente sensibles a las señales de ansiedad y pensamientos “negativos”, por lo que pierden dirección en saber qué es normal y que no. Puedes ayudarle dándole ejemplos de miedos o rituales normales y qué tan comunes son. Por lo general, los adultos se dan cuenta de estas diferencias pero puede ser todo un reto la explicación para un niño.