LA HABITUACIÓN ES ASOMBROSA, PERO NO NECESARIA
Por Cynthia Barrera, M.S.
La reducción de la ansiedad (habituación) ha sido tradicionalmente considerada como un indicador de mejoría cuando hablamos de terapia de exposición y prevención de respuesta. Sin embargo, hoy día sabemos que no es necesaria para la recuperación.
Muchas veces los pacientes participan en la exposición con el único objetivo de llegar a esta famosa habituación (disminución de la ansiedad) y si por alguna razón la ansiedad no disminuye como se esperaba, experimentan mucha frustración e incluso en ocasiones suspenden el proceso.
En los últimos años, ha habido algunos desarrollos interesantes sobre cómo el cerebro aprende y recuerda la información relacionada con el miedo y la ansiedad. El término para este nuevo enfoque de tratamiento es el modelo de aprendizaje inhibitorio.
Uno de los principales elementos de este modelo es centrarse en la tolerancia y en la aceptación en lugar de la habituación. “Desde una perspectiva de aprendizaje inhibitoria, la extinción del miedo (y la mejora a largo plazo en el TOC) depende no sólo del aprendizaje de que los estímulos temidos no son peligrosos, sino también de que es seguro experimentar la respuesta emocional (ansiedad, miedo, incomodidad, etc..) que desencadenan estos estímulos” (Abramowitz, 2018).
Así que la próxima vez que te sientas frustrado(a) porque a pesar de realizar tus exposiciones sigues experimentando ansiedad, recuerda que el objetivo de la terapia no es aprender a resistir, controlar o corregir tu ansiedad, sino utilizar la exposición para promover la tolerancia y la aceptación hacia cualquier pensamiento o emoción incómoda.
Referencia:
Abramowitz, J. The Inhibitory Learning Approach to Exposure and Response Prevention. The OCD Newsletter. 2018. Volume 32, Issue 3: 10-12