TU SALUD MENTAL EN EL EMBARAZO ¿CÓMO CUIDARLA?

Por: Cynthia Barrera, MS.

 

El embarazo es sin duda una de las etapas más importantes en la vida de la mujer y trae consigo una mezcla de pensamientos, emociones y sensaciones nuevas y diferentes. Muchas veces se describe como uno de los momentos más felices, sin embargo, sabemos que el período perinatal es un momento en el que las mujeres son particularmente vulnerables a los problemas de salud mental” (Liu, 2020).

 

En un estudio publicado en Psychiatry Research en diciembre 2020, investigadores del Brigham and Women’s Hospital encuestaron a mujeres embarazadas y a aquellas que habían dado a luz recientemente y encontraron que:

 

  • 1 de cada 3 (36,4%) informó niveles clínicamente significativos de depresión

  • 1 de cada 5 (22,7%) informó niveles significativos de ansiedad generalizada

  • 1 de cada 10 (22.7%) informó síntomas por encima del umbral clínico para el TEPT.

  • El 9% de las participantes informaron sentir una fuerte sensación de dolor, pérdida o decepción como resultado de la pandemia.

  • El 18% informó estar “muy preocupadas” o “extremadamente preocupadas” por los riesgos para la salud relacionados con el COVID-19.

 

Tomando en cuenta éstos datos es fundamental que no olvidemos cuidar de nuestra salud mental durante esta etapa. Probablemente muchas de ustedes han escuchado hablar del autocuidado, pero ¿qué es realmente el autocuidado?

 

El autocuidado son todas esas conductas que practicamos para cubrir nuestras necesidades y brindarnos salud mental, física y emocional, como por ejemplo:

 

  1. Escuchar a tu cuerpo: durante el embarazo, tu energía fluye de una forma distinta, así que es común que te sientas realmente cansada, así que si necesitas tomar una siesta o dormir más temprano, hazlo! Incluso 15 minutos al día puede mejorar el estado tu estado de ánimo.

 

  1. Alimenta tu cuerpo: alimentación saludable, equilibrada, suficiente, etc.. Seguramente todas hemos escuchado esto, pero es cierto, hacer pequeños cambios en tu dieta te brindarán la energía y la nutrición que tu cuerpo necesita.

 

  1. Práctica alguna actividad física: numerosos estudios sugieren que el ejercicio regular ayuda a mejorar nuestra salud mental, así que si te sientes lista puedes salir a caminar unos 30 minutos, practicar yoga, natación o cualquier otra actividad que disfrutes.

 

  1. Sé amable contigo misma: tu cuerpo está pasando por muchos cambios físicos y hormonales en este momento, así que es el momento perfecto para dejar de lado la autocrítica y hablarte de manera gentil, sin juicios y preguntarte a ti misma “¿qué es lo que realmente necesito?”

 

  1. Conecta con tu pareja, familia, amigos: el apoyo social es particularmente esencial durante el embarazo y el posparto. Tener relaciones cercanas puede mejorar tu salud y aumentar la sensación de una vida satisfactoria (Balaji et. Al. 2007) e incluso puede ayudarte a enfrentar el estrés de una manera más efectiva (Glazier et al. 2004).

 

  1. Practica de mindfulness: la atención plena sin duda te ayudará a relacionarte de una forma mucho más saludable con las preocupaciones o la ansiedad esperada en esta gran aventura, puedes practicar a través de alguna aplicación como por ejemplo la de headspace, aprender diferentes técnicas de diferentes libros, etc.

 

No importa con que prefieras iniciar, la idea es que identifiques alguna de estas conductas para empezar a cuidar de ti misma y permitirte experimentar todo lo que esta etapa tiene para ti!

 

 

Referencias:

Bajali, A.B., A.H. Clauseen, D.C. Smith, S.N. Visser, M.J. Morales, and R. Perou. 2007. Social support networks and maternal health and well-being. Journal of Women’s Health 16 (10): 1386-96.

 

Liu, CH et al. “Risk factors for depression, anxiety, and PTSD symptoms in perinatal women during the COVID-19 Pandemic” Psychiatry Review DOI: 10.1016/J.PSYCHRES.2020.113552

 

Glazier, R.H., F.J. Elgar, V. Goel and S. Holzapfel. 2004. Stress, social support and emotional distress in a community sample of pregnant women. Journal of Psychosomatic Obstetrics and Gynecology 25: 247-55

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