TOC PERINATAL Y POSPARTO

Obsesión: Miedo a dañar al propio bebé y/o niño. Miedo a dañar al feto o búsqueda de certeza en relación a su bienestar. 

“¿Qué pasa si le hago daño a mi bebé haciendo ciertos movimientos?” o “¿qué pasa si no escucho el latido del corazón o no se mueve como normalmente lo hace? ¿Y sí por negligencia lastimo a mi bebé?

Compulsiones comunes: evitación de bebés y/o niños, búsqueda de consuelo en seres queridos e Internet. Rumiación mental, con la esperanza de encontrar certeza sobre las intenciones de estos pensamientos. Preguntas repetitivas si realmente esto es TOC. Revisión constante.

¿QUÉ ES?

El TOC perinatal/posparto afecta a las mujeres embarazadas y madres primerizas. Perinatal se refiere al período de tiempo de aproximadamente 4-5 meses antes de dar a luz. Posparto se refiere desde el primer mes de dar a luz hasta 2-3 meses después. Los padecimientos mentales perinatales y posparto van desde los “baby blues” relativamente benignos hasta la psicosis posparto más grave. Se estima que entre el 60% y el 80% de las madres primerizas experimentará estados depresivo. Estos síntomas a menudo mejoran en una semana. La depresión posparto afecta del 10% al 20% de las madres primerizas, los síntomas son mucho más severos y duran un período de tiempo más largo.

El TOC posparto afecta aproximadamente al 3-5% de las nuevas madres y tiene síntomas similares a los observados en otros tipos de TOC. En este caso el foco de las obsesiones a menudo se centra en el temor de dañar deliberadamente al recién nacido o en gestación, o de alguna manera ser responsable de daños accidentales.

Los síntomas en el TOC perinatal/posparto varían de madre a madre. Algunos ejemplos de obsesiones:

Pensamientos recurrentes, bastante perturbadores, de apuñalar o asfixiar al recién nacido.

Imágenes no deseadas de tirar o dejar caer al bebé.

Pensamientos inquietantes de abusar sexualmente del bebé

Miedo a querer hacerle daño por descuido

Pensamientos de dañar accidentalmente al feto o al bebé por exposición a medicamentos, toxinas ambientales, gérmenes, sustancias químicas o ciertos alimentos.

Miedo a ser responsable de contagiar una enfermedad grave.

Miedo a tomar una decisión equivocada (es decir, aplicación de vacunas, dar ciertos alimentos, tomar antidepresivos).

Algunas compulsiones comunes:

Ocultar o tirar cuchillos, tijeras y otros objetos punzo cortantes.

Evitar el cambio de pañales sucios por miedo a abusar sexualmente.

Preguntar y buscar seguridad a través de la familia para asegurarse que no se ha cometido ningún daño o abuso cometido.

Evitar ciertos alimentos, medicamentos o actividades normales y cotidianas por miedo a dañar al feto.

Monitoreo de excitación sexual inapropiada autopercibida.

Evitar artículos o noticias y programas de televisión relacionados con el abuso de menores o el infanticidio.

Evitar alimentar al bebé por temor a envenenamiento accidental.

Revisar de manera excesiva y repetida al bebé mientras duerme.

Repasar mentalmente tareas y eventos diarios, con el objetivo de obtener garantías de que no pasará nada.

Lamentablemente, el TOC perinatal y posparto a menudo es confundido y diagnosticado erróneamente como depresión. Algunas de las razones son:

  • Algunas mujeres en etapa prenatal o posparto también experimentan depresión. Los expertos estiman que el 30% de las madres primerizas presentan depresión y también este contenido de pensamientos. Estudios recientes encontraron que el 57% de las madres primerizas con depresión posparto también tienen síntomas de TOC.

  • Muchos pediatras, ginecólogos, psiquiatras y psicólogos no conocen ni entienden completamente la naturaleza del TOC prenatal y posparto.

  • El TOC prenatal y posparto por lo general llega a ser un padecimiento no compartido, ya que muchas mujeres se avergüenzan del tipo de pensamientos que están teniendo y temen ser catalogadas como “locas” o ser una amenaza para su bebé o inclusive percibir que pueden quitarle a su bebé. 

Tratamiento para el TOC perinatal y posparto

Por fortuna, el tratamiento es esencialmente el mismo que para cualquier otro contenido de TOC. Un tipo específico de terapia cognitivo-conductual (TCC), conocida como “exposición y prevención de respuesta” (E/PR) ha demostrado ser exitoso para diversos tipos de TOC, incluyendo éste. Otra técnica extremadamente valiosa se llama reestructuración cognitiva, en donde las madres aprenden a desafiar la validez de los pensamientos e imágenes invasivas incómodas.

Adicionalmente, una variedad de E/PR se ha ido desarrollando para aquellas situaciones en donde no se puede exponer en vivo, a este método se le llama exposición imaginaria e involucra el uso de pequeñas historias basadas en las obsesiones de la madre. Estas historias se graban y se usan como herramientas para la E/PR, permitiendo a la paciente experimentar la exposición (ej; matar o hacerle daño a su hijo). Cuando se combina con la E/PR estándar para las compulsiones listadas previamente, reduce significativamente la frecuencia de las obsesiones, así como la sensibilidad de la madre a los pensamientos e imágenes experimentadas en este tipo de TOC. Una de las técnicas basadas en la terapia cognitivo-conductual para este tipo de trastorno es la Atención plena o Mindfulness. El principal objetivo de la atención plena es aprender a aceptar sin juzgar las experiencias psicológicas incómodas. Desde esta perspectiva, la mayoría de nuestro sufrimiento psicológico es el resultado de tratar de controlar o eliminar ese malestar causado por pensamientos, emociones, sensaciones y urgencias. En otras palabras, nuestra incomodidad no es el problema sino nuestra necesidad de querer controlar y eliminar nuestra incomodidad. Para una madre con TOC perinatal/ posparto, su meta final en Mindfulness es desarrollar la habilidad de estar más dispuesta a experimentar incomodidad sobre sus pensamientos, emociones, sensaciones y urgencias sin responder con rituales o compulsiones, conductas evitativas, preguntas en búsqueda de tranquilidad y rituales mentales.

Al usar estas herramientas, las madres aprenden a desafiar sus miedos obsesivos, así como los rituales y conductas evitativas enfrentando sus miedos.