LOS ERRORES COMUNES QUE LOS PROFESIONALES COMETEN AL TRATAR TOC

Las personas que buscan tratamiento para su salud mental en ocasiones no están conscientes de la gran variedad de perspectivas y orientaciones teóricas en el proceso del tratamiento. No todos los terapeutas que dicen tratar trastorno obsesivo compulsivo en realidad saben cómo hacerlo. El tratamiento adecuado para el TOC parte de un enfoque de terapia cognitivo conductual (TCC) el cual requiere de un protocolo especializado llamado Exposición y prevención de respuesta (EPR) y no solo eso, sino también el saber incluir aspectos de la Terapia de aceptación y compromiso (ACT) y la práctica de Mindfulness (conciencia plena). Por ejemplo, a pesar de que cualquier médico puede tomar tu presión arterial, solo unos pocos realizan cirguía cardíaca. Del msmo modo, casi cualquier terapeuta puede ayudar a alguien que se siente un poco triste, pero solo unos pocos pueden tratar el TOC de manera efectiva. 

Les compartimos algunos errores comunes que los profesionales cometen al tratar el trastorno obsesivo compulsivo. Si su terapeuta está cometiendo alguno de estos errores, puede considerar buscar a alguien con más experiencia y mejor entrenamiento.

1. Brindar reaseguramiento/tranquilidad: las personas con TOC por lo regular, necesitan de reaseguramiento constante con el objetivo de sentirse menos ansioso. La mayoría de los terapeutas han sido entrenados para brindar reaseguramiento a los pacientes cuando lo necesitan, y claro, cierta cantidad de reaseguramiento es apropiada de vez en cuando. Sin embargo, las demandas compulsivas para reasegurarse son rituales característicos del TOC que se necesitan detener si quieres progresar. El terapeuta necesita explicarle al paciente que dichas demandas no serán reforzadas. Los terapeutas sin experiencia pueden dedicar sesiones enteras sin saberlo a brindar tranquilidad a sus pacientes con TOC. Los terapeutas deben enseñar a sus pacientes que la búsqueda de tranquilidad debe evitarse a toda costa.

2. No identificar el miedo central o consecuencia temida: la mayoría de las personas con TOC tienen muchas compulsiones diferentes y, para que el tratamiento sea efectivo, la persona con TOC debe aprender a detener sus compulsiones. Cada compulsión se puede abordar individualmente en el proceso de tratamiento. Sin embargo, es muy importante determinar a qué le teme más la persona con TOC, porque es probable que todas las compulsiones surjan de un solo miedo central. Si un terapeuta aborda la compulsión sin llegar al miedo central, es como cortar la parte superior de una mala hierba. Surgirá una nueva compulsión, dejando intacto el miedo central (y el TOC).

3. Explorar las raíces del TOC: La búsqueda del miedo central o consecuencia temida, no debe confundirse con la búsqueda de la “raíz” del problema. Las personas con TOC a menudo creen que su trastorno fue provocado por un evento en particular. Pueden creer que si pueden averiguar qué lo causó, tal vez puedan solucionarlo. Sin embargo, el TOC es causado por una combinación de factores genéticos, ambientales y estresantes. Por lo tanto, no hay cura para estar rumiando sobre los orígenes del trastorno. Desafortunadamente, este tipo de reflexiones encajan perfectamente con un tipo de terapia llamada psicoanálisis o terapia psicodinámica, también llamada “terapia de conversación”. Este tratamiento incluye comprender la infancia de una persona como una forma de curar indirectamente los problemas emocionales. Este enfoque simplemente no funciona para el TOC. La EPR es el único tratamiento probado y hay más de 100 estudios de investigación que lo confirman.

4. Darse el gusto de explicar en exceso: las personas con TOC a menudo creen que el terapeuta debe comprender todas las facetas de su experiencia para poder diagnosticar y tratar adecuadamente el TOC. Como resultado, la persona con TOC puede pasar mucho tiempo hablando sobre problemas de la infancia, experiencias durante la adolescencia, observaciones sobre sus propios procesos de pensamiento y el mundo, y teorías sobre cómo superar su TOC. Es bastante fácil para un terapeuta perezoso sentarse y dejar que el paciente con TOC divague. Sin embargo, esta tendencia a explicar en exceso es en realidad una compulsión que el terapeuta debe parar. Un buen terapeuta de TOC ayudará al cliente a comprender esto e interrumpirá suavemente según sea necesario para avanzar en el proceso. 

5. Dejar pasar rituales encubiertos: las compulsiones pueden ser rituales observables, como lavarse una y otra vez, o pueden ser encubiertos, como la repetición de oraciones en silencio. Los rituales mentales son un tipo de compulsión encubierta que tiene lugar por completo en la mente de una persona. Los rituales mentales incluyen cosas como revisar eventos mentalmente, seguridad en uno mismo, deshacer la mente, contar en silencio, etc. También pueden ser compulsiones somáticas, como monitorear mentalmente los signos vitales o buscar signos de excitación. A veces, las personas que solo tienen compulsiones encubiertas creen que no tienen ningún ritual (a veces llamados “obsesivos puros” o “puros”). Los terapeutas deben abordar estas compulsiones encubiertas en el tratamiento porque los rituales encubiertos mantienen el trastorno de la misma manera que las compulsiones observables y de evitación. Si no se abordan las compulsiones mentales, el tratamiento fracasará.

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